Implementación de programas virtuales en las Universidades de Colombia

Uno de los grandes retos educativos actuales es poner la capacitación profesional al alcance de todos. En las Universidades de Colombia, ya es una realidad la implementación de programas virtuales para la inclusión educativa.

Otro gran desafío es hacer coincidir la educación que se recibe con el mercado laboral emergente. El mismo está marcado por los avances tecnológicos. Las universidades precisan equipararse a esta demanda con contenidos teóricos y prácticos. 

En este artículo, podrás informarte sobre cómo se está implementando en la actualidad la educación virtual en las universidades de Colombia. ¡Adelante!

Cifras del incremento de los programas virtuales

Según el Ministerio de Educación Nacional, de 12.000 alumnos que recibían educación online en 2010, la cifra se incrementó en un 500% en tan solo 5 años. En 2015, fueron 65.000 los estudiantes los que realizaron programas virtuales.

Solo dos años después, 80.000 alumnos eligieron esta modalidad de estudio. Con la pandemia por Covid 19, las cifras aumentaron exponencialmente. Esta es una realidad que seguirá en aumento.

La reciente emergencia sanitaria mundial facilitó la incorporación de la tecnología al ámbito universitario para darle continuidad a los procesos educativos.

Desde los primeros ensayos de educación por medios informáticos en las universidades, ya son más de 500 los programas virtuales. Los mismos se están implementando en Colombia en los diferentes niveles universitarios: técnico, licenciaturas y posgrados. 

Los 5 grandes retos de la educación virtual

Uno de los grandes desafíos que tiene por delante la educación virtual es vencer la creencia de su mediocridad o educación de baja calidad. Sin desmerecer las ventajas que tiene la educación presencial, es necesario destacar las oportunidades que ofrecen los programas virtuales.

La virtualidad ofrece oportunidades que pueden alinearse con las necesidades de los estudiantes contemporáneos, por ejemplo: 

• Si buscan acceder a un mercado laboral de alta demanda de capacitación tecnológica. 
• Si están obligados a trabajar o atender cuestiones familiares al mismo tiempo que estudian.
• Si viven demasiado lejos de los centros de formación y no tienen posibilidad de traslado. 

Por otra parte, la educación virtual implica nuevas oportunidades y desafíos  tanto para los estudiantes, los profesores y la institución. Abrazar el cambio es sinónimo de crecimiento y evolución para todos los involucrados en el proceso. 

A continuación, cinco de los grandes retos y oportunidades de la educación virtual para las universidades en Colombia: 

1. Desarrollo del autoaprendizaje

Desarrollar el autoaprendizaje en la comunidad estudiantil implica remover el paradigma de la educación tradicional centrada únicamente en el docente. Los programas virtuales promueven la autonomía y la responsabilidad de los alumnos de diferentes formas:

• Cada alumno gestiona su tiempo y su ritmo de aprendizaje: se organiza según sus necesidades, intereses, experiencia, etc
• El proceso está centrado en el alumno: esto lo transforma en un sujeto activo que hace uso de las nuevas tecnologías para acceder al conocimiento.
• El alumno autoevalúa su aprendizaje: desarrolla estrategias metacognitivas para hacerlo.

2. Tecnología disponible para programas virtuales

Aun cuando América Latina está avanzando en materia de conectividad, todavía existen marcadas diferencias entre países y sectores. Los programas virtuales requieren de un mayor acceso a internet y la infraestructura tecnológica necesaria. 

Hoy están al alcance plataformas tecnológicas que facilitan la implementación de la educación virtual. Muchas instituciones educativas están invirtiendo no solo en estructura sino en capacitación del personal docente para adecuarse a los nuevos tiempos.

A largo plazo, esto se traduce en ahorro de recursos  y en rentabilidad. 

La inversión tecnológica dentro de las universidades es una estrategia favorable para su transformación digital. 

El sistema estatal también ha estado atento a cumplir con las necesidades de la población. Ha incluido políticas públicas que facilitan el acceso a medios digitales, como computadoras de gran éxito en diferentes países alrededor del mundo.

3. Formación docente

En esta nueva modalidad, el docente debe contar con habilidades para el manejo de los recursos tecnológicos apropiados a la estrategia pedagógica empleada. Su actividad de planificación se intensifica para adecuar los contenidos a versiones digitales.

Por ello, la virtualización de la educación debe estar acompañada de procesos intensivos de capacitación docente. 

Silvia Lavandera es doctora en pedagogía y directora del Centro de Excelencia en Enseñanza y Aprendizaje de UTEC (Perú). Ella destaca el reto docente de reducir el tiempo de duración de las clases en virtualidad. Para ello, propone ofrecer una metodología activa con interacción y gamificación. 

Luego, durante el proceso de enseñanza-aprendizaje, la labor docente se resume en acompañamiento en cuanto  a responder consultas y realizar evaluaciones parciales. 

Muchos docentes con años de experiencia son parte de generaciones etarias que no se han alfabetizado digitalmente a temprana edad. Esto implica un mayor desafío para ellos. 

4. Cultura institucional

La modalidad virtual no implica desaparecer la cultura institucional construida con años de experiencia en cada centro educativo. Las universidades suelen reconocerse por su prestigio y ciertas características que le son inherentes.

Sin embargo, las nuevas demandas educativas exigen la construcción de una cultura digital que incluya los procesos administrativos y modelos híbridos que caracterizan la educación virtual en programas universitarios. 

¿Cómo hacerlo?

• Contar con equipos de trabajo que den coherencia a los contenidos, estableciendo redes pedagógicas.
• Contratar servicios de software que unifiquen los formatos, plantillas de diseños y lenguajes digitales.
• Disponer de gabinetes pedagógicos que puedan ofrecer una mirada holística sobre lo construido, acompañando la capacitación docente.
• Crear protocolos de acción ante cada situación, para dar consistencia en la mediación con los alumnos. 

Es posible sostener esta cultura institucional en los programas virtuales a partir de una lógica estable e integral de los contenidos y formatos digitales. Por ello, es importante una correcta selección de una plataforma de interacción.

5. Cobertura y alcance de los programas virtuales

Los programas virtuales tienen mayor alcance porque el canal empleado para su difusión trasciende fronteras geográficas. Esto facilita la masificación porque además del estudiante tradicional, también impacta a otros sectores: diferentes grupos etarios, trabajadores, responsables de familia, etc.

La educación virtual trasciende el recinto universitario y extiende su alcance e influencia.

Así, se convierte en sujeto activo de una sociedad globalizada y se favorece la inclusión.

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La implementación de programas virtuales ya es una realidad en las universidades colombianas y sigue implicando retos que pueden irse sorteando con el paso del tiempo.

Para ello, es necesario asumir con confianza los desafíos que supone la transformación de tu universidad en cuanto a currículo, infraestructura y  capacitación de los docentes.

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