Frente a la pregunta de cuándo se da una verdadera educación, tendría que decir que esta se presenta cuando el conocimiento fluye. Cuando la educación posibilita que el conocimiento al compartirse, se expanda y se transforme. Esto significa una educación que propicie aprender a través de la acción, es decir, aprender haciendo.
En otras palabras, el conocimiento fluye cuando aprender se convierte en una actitud, como correr. Cuando corres, por ejemplo, sientes la pasión del movimiento y con el conocimiento sucede igual. Tienes que estar en movimiento para sentirlo y, más importante aún, para adquirirlo.
En ese sentido, una educación que se enfoque en hacer, o en el movimiento, debe contemplar los fracasos como aprendizajes que nos han llevado adónde estamos. Si tuviéramos que llamar de alguna manera a estas situaciones, en las que creemos hemos fallado y perdido algo, debería ser situaciones maestras. Porque son gracias a ellas que vemos lo que no funciona y podemos proponer, en un segundo momento, algo más.
Esto también lo destacamos en Aprender haciendo. Así se aprende de Growth Hacking en Linkedin #TopReferentesGriky. En donde, además de aprender haciendo, se muestra cómo el aprendizaje autónomo también se basa en identificar referentes de calidad y en compartir.
Una educación que integre y enseñe cómo hacer
Reflexiones como estas son claves para lo que estamos viviendo, específicamente, a la hora de enseñar y aprender en una época de Covid-19. Porque además de brindar contenidos de calidad, como sociedad, debemos preguntarnos cómo hacer que el conocimiento realmente fluya.
La respuesta no es otra que lograr una educación que integre y que, más que explicar el camino, sea una guia que muestre que es posible:
- Un aprendizaje autónomo, donde cada persona aprenda cómo recorrer su propio camino y decida por dónde y cuándo empezar.
- Un aprendizaje desde el hacer, es decir que le de relevancia a las propias experiencias sin temor a equivocarse y reconociendo esas situaciones maestras que le van a permitir aprender.
- Un aprendizaje integrador, en el que se reúna y se organice el mejor contenido de diferentes temas en un solo lugar.
- Una aprendizaje colaborativo, en donde se aprende en comunidad y se genera conocimiento al compartir lo que se ha aprendido.
Características que hacen que el conocimiento fluya y que responden al actual dilema de la educación actual, donde el 70% de los millennials no encaja en el proceso educativo tradicional y existe una necesidad de aprender y re-preander, de inmediato…¡casi en tiempo real!
Este tipo de educación representa la alegría de aprender, no desde la obligación sino desde el gusto de compartir. Una puesta que deberíamos hacer como sociedad porque, como siempre lo hemos creído en Griky: ¡cuando el conocimiento fluye y se comparte… evolucionamos!
Andrés Núñez
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