Si bien ya se preveían considerables cambios en el mercado laboral y en la demanda de nuevas habilidades profesionales durante la próxima década, la pandemia ha impulsado los motores de la innovación y la creatividad en un esfuerzo por mantener la economía global (y doméstica) a flote.
De hecho, el pleno desarrollo de la llamada Revolución 4.0 estaba proyectada para la década del 2030. No obstante, el SARS-CoV-2 ha dejado claro que debemos ser más rápidos en cuanto al desarrollo de nuevas formas de “ser” y de “hacer”, adelantando esa previsión directamente hasta nuestro presente.
El pilar base de la Revolución 4.0 es la innovación tecnológica en sectores tan sensibles como la inteligencia artificial, buscando optimizar la gestión de los recursos, productos y servicios con la menor intervención humana posible.
En consecuencia, empiezan a notarse cinco grandes tendencias:
Hay varias cosas que todos los trabajadores y profesionales pueden hacer para no quedarse obsoletos:
Las empresas de hoy reconocen cada vez más la necesidad de contratar a estudiantes de por vida. En palabras de Satya Nadella, CEO de Microsoft; lo que ahora se necesita son personas con "interés en el aprendizaje continuo y la capacidad de resolver problemas".
Mientras tanto, John Hagel, de Deloitte, sostiene que los trabajadores y las organizaciones ahora deben esforzarse por lograr un "aprendizaje escalable". Es decir, la capacidad de adaptarse rápidamente a cada cambio y dominar nuevas habilidades para actuar en consecuencia.
En este sentido, el nuevo concepto de estabilidad laboral pasa por cambiar hacia una mentalidad de adaptación al cambio y apertura a la incertidumbre. Solo así se puede mantener un constante flujo de trabajo ajustado a las necesidades de cada momento.
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Hoy se puede experimentar una presión viviendo y trabajando en entornos de alta volatilidad. He allí la importancia de mantener afiladas las habilidades profesionales, puesto que así podemos tomar decisiones rápidas y acertadas para el éxito de la organización donde trabajamos.
Pero la pandemia nos reveló que aún muchas empresas no estaban preparadas para afrontar la masificación del aprendizaje virtual. Sin embargo, la interconectividad digital se vio tan fuertemente impulsada, que este último año hay sectores que adoptaron el teletrabajo y el aprendizaje virtual como complemento permanente para las actividades presenciales.
¿El objetivo? Impulsar un desarrollo personal y laboral aprendiendo todos los días, estemos donde estemos y de la manera que más nos convenga.
El McKinsey Global Institute reportó que hasta el 50% de las actividades laborales actuales en todo el mundo podrían automatizarse para 2030. Lo más probable es que las máquinas, robots e incluso softwares sean mejores que nosotros en esas habilidades técnicas aprendidas bajo la educación tradicional.
Como resultado, los líderes empresariales ahora eligen personas con habilidades sociales, que son valiosas y competitivas frente a las máquinas. Algunos ejemplos son:
Se trata de habilidades que no se pueden automatizar y que serán necesarias en una fuerza laboral que va en auge.
Nota: puedes consultar en este reporte las habilidades técnicas y blandas más demandadas para el 2030.
Ya no basta con la formación pasiva e individual, la formación profesional hoy se caracteriza por ser colaborativa, interactiva y basada en mini-credenciales, en otras palabras, los estudiantes modernos ahora quieren obtener certificaciones e insignias que demuestren sus avances profesionales, ser parte de comunidades virtuales donde se sientan acompañados y, de ser posible, acceder a una completa personalización de la experiencia educativa.
De esta forma, contar con herramientas que nos ayuden a establecer una autonomía y responsabilidad del aprendizaje es fundamental para no quedarnos atrás. En cuyo caso, como complemento a las universidades; las plataformas de aprendizaje permanente en línea parecen ser el futuro.
Por ejemplo, con Griky (una la plataforma ideal para mantenerse actualizado y consolidar el hábito del aprendizaje permanente) las personas pueden crear sus propias rutas de aprendizaje y consumir "píldoras" de conocimiento a su ritmo para instaurar el hábito de aprendizaje permanente.
Cualquier personas puede solicitar su acceso a Griky gratuito por 3 meses. Luego, decidir si quieren hacer una inversión en el desarrollo personal con una suscripción premium por solo $12 anuales y acceso a certificados en diferentes áreas de interés. Lograr la meta de tomar un curso a la semana, al mes o según el tiempo que disponga el estudiante será clave con el apoyo de las herramientas adecuadas.