El mercado laboral está experimentando cambios acelerados y volviéndose cada vez más incierto, volátil y competitivo. Esto hace que los trabajadores adquieran nuevas responsabilidades y deban desarrollar o perfeccionar sus habilidades y conocimientos constantemente.
En este contexto, las universidades ocupan un rol fundamental para responder a estas necesidades cambiantes y ofrecerles soluciones a sus estudiantes, ex alumnos y partes interesadas de la comunidad. Una estrategia efectiva para adaptarse a esta situación tan exigente es adoptar un modelo de aprendizaje permanente, habilitando oportunidades de aprendizaje a lo largo de la vida.
En Griky, queremos ayudar a las universidades a ser más ágiles para responder a la velocidad del conocimiento digital ofreciéndoles un modelo de educación ilimitado, flexible, social y pertinente para toda la vida. Por eso, en este artículo te contamos por qué los métodos tradicionales de educación superior ya no son suficientes y cuáles son los principales beneficios de complementar su oferta con un modelo de aprendizaje permanente.
Tradicionalmente, las universidades han ofrecido distintos niveles de educación formal (licenciaturas, maestrías y doctorados, entre otros), y la relación con los estudiantes generalmente ha finalizado con su graduación y entrega de un título, ya que se viene asumiendo que los contenidos impartidos eran suficientes para cubrir los desafíos que vendrán durante el resto de sus vidas. Además, este clásico formato educativo se orientaba principalmente a estudiantes jóvenes que recién terminaron la escuela secundaria e iban a iniciar una carrera.
Sin embargo, en el mundo actual, no es realista pensar que las universidades pueden proporcionar a los estudiantes, en sólo 4 años, los conocimientos y habilidades necesarios y suficientes para enfrentar los desafíos y oportunidades del próximo medio siglo.
Las universidades necesitan evolucionar e innovar para adaptarse a la nueva realidad. Según Holon IQ, podemos destacar algunos factores que exigen que el conocimiento impartido por las universidades no sea episódico, sino continuo y de por vida:
Además, estos factores han hecho que aparezca un grupo emergente de estudiantes no tradicionales que necesitan aprender, mejorar y volver a capacitarse a lo largo de sus carreras. Para ello, buscan modelos más flexibles, a tiempo parcial, en línea, vinculados a las industrias que conocen y que entreguen algún tipo de certificación. El aprendizaje permanente es el modelo ideal para responder a este contexto al que nos enfrentamos actualmente.
Es fundamental que las universidades dejen de brindar una oferta educativa dirigida solamente al principio de la vida de un estudiante y empiecen a ofrecer un conjunto de ofertas adaptables y flexibles que acompañen a la persona a lo largo de su vida profesional.
Hay muchas estrategias que las universidades pueden implementar para adoptar el aprendizaje permanente. Algunas de ellas son:
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Las universidades tienen la oportunidad de integrarse a los tiempos inciertos de la economía mundial con el aprendizaje permanente.
Al hacerlo, podrán verse beneficiadas en los siguientes aspectos:
En los últimos años, la competencia en la educación superior se ha incrementado. Según Holon IQ, las nuevas formas de competencia superan los límites geográficos y de la industria al contar con nuevos participantes introduciendo modelos de aprendizaje innovadores.
En este contexto, es importante que las universidades aumenten su visibilidad para los nuevos estudiantes y brinden ofertas relevantes y específicas para las empresas y la fuerza laboral.
Aunque las universidades cuentan con una serie de ventajas como su reputación, su solidez en la investigación académica y sus comunidades de ex alumnos, deben ser pragmáticas y crear programas que satisfagan las necesidades actuales de los alumnos.
Al implementar estrategias de aprendizaje permanente, las universidades seguirán siendo relevantes y podrán destacarse de la competencia, ya que conservarán su reputación histórica y prestigio académico, a la vez que se adaptarán a las nuevas circunstancias del siglo XXI.
Muchas universidades todavía ocupan un rol obsoleto como si fueran simples proveedores de conocimientos:
Esta forma transaccional de pensar y actuar deja a las universidades en una posición débil frente a la disrupción educativa que estamos viviendo. La universidad debe ser mucho más que un proveedor de contenidos, debe ser una institución que fomente lazos verdaderos y duraderos con sus alumnos actuales y pasados.
La clave: desarrollar un vínculo sólido y perdurable con ex alumnos
Los estudiantes de antes son muy distintos a los de ahora. Hoy, los estudiantes necesitan mantenerse actualizados de manera constante. No sólo necesitan aprender contenidos relevantes, puede que también necesiten consejos sobre cuándo podría ser el momento de considerar un cambio de dirección profesional y, de ser así, cómo prepararse mejor para la siguiente etapa de su viaje.
Hoy, las universidades tienen la oportunidad única de convertirse en el centro de conocimiento y trabajo en red de los estudiantes para toda la vida. Esta relación es mucho más fuerte y duradera que una basada únicamente en impartir contenidos esporádicamente. Por eso, deben sacar partido de las relaciones con sus estudiantes y continuarlas después de que se gradúen. Deben prometer ese lazo con todo estudiante que decida formar parte de su familia universitaria, sin importar en qué etapa de su vida se encuentre o cuál sea su carrera. La clave está en tener claro que el aprendizaje no debe detenerse cuando los estudiantes terminan su carrera.
La comunidad de antiguos alumnos es especialmente valiosa como defensores de la escuela, pero también como futuros clientes. Por eso, varias universidades han comenzado a desarrollar diferentes estrategias para continuar apoyando a sus ex alumnos:
Hoy en día, muchas universidades continúan enfocando sus mayores esfuerzos en los jóvenes recién graduados, ignorando un amplio mercado de personas mayores que buscan desesperadamente nuevas formas de pensar y reorganizarse.
En la nueva economía mundial, los sistemas de formación y educación superior tendrán que atender a múltiples grupos de estudiantes, cada uno con necesidades diferentes.
Aunque es probable que las matrículas universitarias continúen concentrándose entre los adultos jóvenes, los estudiantes adultos de mayor edad desempeñarán un papel cada vez más importante.
Para satisfacer estas demandas de aprendizaje de por vida y volverse verdaderamente centradas en el estudiante, las universidades deben expandir su visión de “estudiante” para incluir a todos, redefinir la educación para incluir todas las formas de difusión del conocimiento y reformar sus operaciones para preguntarse cómo educar mejor a aquellos que tienen el deseo de aprender.
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Si bien esta es una gran oportunidad para las instituciones de educación superior, el cambio es difícil en una cultura basada en los modelos tradicionales de tiempo completo, en el campus, de diploma o de programa de grado. Exigirá la voluntad de cambiar hacia programas modulares y de microcredenciales, más alineación entre las universidades y las empresas, más enfoques de aprendizaje en línea o combinados y modelos flexibles basados en competencias.
Como es conocido en el sector de la educación superior, la deserción es uno de los principales retos, especialmente en el primer año. Por ende, al implementar las microcredenciales y programas de educación continua, muchas universidades están viendo resultados positivos en la disminución de las tasas de deserción el primer año ya que obtener mini certificaciones en el camino hacia el título universitario tradicional es una forma de motivar a los estudiantes con resultados tangibles y así ofrecerles oportunidades laborales desde el inicio de su carrera.
También las micro credenciales motivan a los estudiantes a diversificarse profesionalmente y completar otros programas en la universidad. Por ejemplo, si hay un microprograma en un área de administración de empresas y al alumno le gustó y quiso continuar, tal vez se registre para obtener una maestría en administración de empresas.
Según la UNESCO, “Llegar a los grupos vulnerables, proporcionar vías de aprendizaje flexibles, promover un enfoque más inclusivo y ofrecer oportunidades de aprendizaje para personas de todas las edades, constituyen algunos de los fundamentos que deberían guiar a las instituciones de educación superior en una sociedad del aprendizaje permanente”.
En Griky apoyamos esa misión y podemos ayudar a tu universidad a ser una verdadera institución de aprendizaje permanente. Como mencionamos al inicio, queremos que las universidades del siglo XI sean ágiles, flexibles y con una oferta de educación pertinente, de calidad. En Griky aseguramos:
Nos encantaría saber qué acciones ha implementado tu institución para incentivar el aprendizaje permanente, ya sean grandes o pequeñas. Si quieres compartir su experiencia o si tienes alguna otra duda al respecto, puedes dejar un comentario.